Capriles Radonski relata todo lo que encontró al ser electo Gobernador
Si no fuera por los clavos que quedaron en las paredes, las nuevas autoridades del estado Miranda no tendrían la certeza de que faltan cuadros en los pasillos y patios de la sede central de la gobernación. Se trata, de cualquier modo, de una nota al pie en la lista de papeles que han desaparecido, presupuestos que no cuadran y vehículos que están fuera de su radio de acción.
En la Fiscalía 57 Nacional confirmaron esta semana que hay 130.000 bolívares fuertes, que estuvieron a punto de desaparecer. El despacho del fiscal Luis Abelardo Velásquez abrió un expediente, para aclarar las razones por las que uno de los empleados de la vieja administración, sacó una caja con billetes del piso 15 de la torre Xerox de Chacao, centro de operaciones de la Corporación de Servicios Miranda, que hasta el 23 de noviembre estuvo a cargo del ex ministro para la Vivienda y Hábitat, Luis Carlos Figueroa.
No hay imputados. Por lo pronto, la investigación indica que uno de los abogados del organismo rescató la caja con el dinero cerca de las 4:00 de la tarde del pasado 26 de noviembre. El empleado aceptó entregar la suma, pero se dio a la fuga antes de que la comisión asignada del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas llegara a levantar el caso.
Para entonces sólo habían transcurrido tres días del momento en que el Consejo Nacional Electoral anunciara la victoria de Henrique Capriles sobre Diosdado Cabello y, entretanto, ya circulaban rumores que acusaban saqueos en Corposervicios Miranda y otros organismos de la región.
Varias cajas fueron desapareciendo de Corposervicios Miranda hasta que la auditoría interna emitió un memorando que prohibía tocarlas. Aun así, hubo quien retara esa disposición.
Una llamada telefónica anónima alertó a la Fiscalía sobre la situación. En el Ministerio Público no precisan más detalles del tema y al otro lado de Caracas, algunos de los empleados que presenciaron el hecho sólo se limitan a comentar, sin dar sus nombres, que la persona que cargaba la caja alcanzó a decir que había tomado el dinero para pagar la nómina de las cooperativas de Petare.
Se trata de una situación que conocen los miembros de la comisión de enlace que recibe ese organismo. Entre ellos, Carlos Prince señala que “el dinero está represado por la Fiscalía”. Lo de Corposervicios Miranda, de todas formas, no es la única anomalía que mencionan las nuevas autoridades. El propio gobernador, Henrique Capriles Radonski, anuncia contratar una firma de auditores internacionales, para precisar cómo encontró los bienes de la entidad.
La Ley de Contraloría estipula un plazo de 120 días para dar un balance. Pero antes de eso, el nuevo gobernador asegura que guardó las chequeras de los organismos en una caja fuerte, porque se encontró con el detalle de que los directores de cada despacho “se pagaron las utilidades después de las elecciones“.
Como el Megamath.
“Esta gente pensó que nunca iba a perder“, concluye Capriles. “Pareciera que echaron los escritorios en cajas”. En la Casa Amarilla, sede central de la gobernación, de hecho tienen una caja llena de llaves sin identificar.
No se trata del Mega match ni de ningun otro programa de concursos en los que hay miles de llaves para abrir una puerta, bromean. Pero lo cierto es que la entrega de cajas sin explicaciones ha sido el modus operandi que signa una de las primeras transiciones en las que el oficialismo se ve obligado a pasar el testigo a la oposición.
El archivo del gobernador estuvo vacío hasta el martes de esta semana. Los documentos llegaron en cajas a las 4:00 pm de ese día. Aunque tarde, esa información al menos está porque la nueva administración ya habla de un “saqueo”, que se vislumbra en detalles como la desaparición de la biblioteca que acompañaba el despacho personal del gobernador.
Peor suerte tuvieron las instalaciones de la Villa La Guapa, ubicada en Río Chico, donde no dejaron ni los muebles. El inventario de bienes de los mirandinos dispone de tres residencias que permiten al gobernador de turno evitar largos periplos a lo largo de todo el estado. La del municipio Páez, sin embargo, quedó vacía.
Los huecos donde había aires acondicionados son la mejor prueba de que algo falta. Hasta los caballos y venados desaparecieron al día siguiente de las elecciones, lo mismo que la nevera, la podadora de grama y las bombas de la piscina.
Los concerjes informaron a las nuevas autoridades que a las 3:00 de la mañana del 24 de noviembre, cuando apenas habían pasado horas de la derrota de Diosdado Cabello, los muebles salieron de la vivienda en las mismas camionetas que el domingo pasado Capriles mostró en la Casa amarilla de Los Teques.
Esa es la versión que ofrecen las nuevas autoridades y no hay otra, porque ninguna de las fichas de Diosdado Cabello dio luces sobre todo este proceso de transición. Los representantes de su departamento de prensa no recibieron o no respondieron las peticiones que piden precisar qué pasó con el patrimonio de los mirandinos.
La diputada Iroshima Bravo tampoco atendió los llamados que solicitan información sobre el destino del patrimonio regional, a pesar de que puso a la orden su oficina -en rueda de prensa- para recibir más denuncias a la cacería de brujas que ha acusado desde la semana pasada.
El nuevo gabinete del estado Miranda promete reportar -en la Contraloría General de la República- cada una de las irregularidades que encuentren. Diosdado Cabello, quien desde el viernes pasó al frente del Ministerio de Infraestructura, esta vez será auditado fuera de las filas del oficialismo. Capriles anuncia que cruzará las relaciones de bienes que reciba con las copias que el ex gobernador de Miranda, Enrique Mendoza, consignó cuatro años atrás al momento de entregar esos mismas instalaciones.
No es la primera vez que un mandatario acusa a su antecesor de estropear y desvalijar el patrimonio regional. El ex gobernador de Anzoátegui, David De Lima, aún afronta un juicio que lo mantuvo preso en octubre de 2005 en los calabozos del Palacio de Justicia de Barcelona, por la supuesta desaparición de objetos y muebles de la quinta La Ribereña.
Son muchos, sin embargo, los casos que reportan en Miranda: la Corporación de Servicios ha estado recibiendo cuadrillas que solicitan el pago de facturas rezagadas. Por su parte, más de 450 trabajadores de ese organismo fueron contratados en el último semestre del año; es decir, en los días de la campaña electoral.
Además, hay dos motos de la policía regional a nombre del ex candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela a la gobernación del estado Carabobo, Mario Silva. Lina Ron, por su parte, contaba con credenciales especiales de ese mismo organismo. En la Secretaría de Salud encontraron un funcionario con tres sueldos y entre las deudas, toda la gobernación tiene una factura pendiente de 350.000 bolívares fuertes con Movistar, por llamadas telefónicas.
A lo Sherlock Holmes.
El nuevo gobernador dice que contactó detectives particulares, para dar con el destino de varios carros y motos que no encuentran. El mejor ejemplo de eso es la flota de 25 compactadoras y 16 camiones cisternas que desaparecieron de los estacionamientos de Corposervicios Miranda, según confesó uno de los antiguos gerentes.
Es lo que Miguel Sogbi, portavoz de la gobernación, define como “bienes fantasmas”: vehículos que han visto circulando con los logos de la vieja administración, pero que no aparecen en los inventarios que recibieron.
La toma de posesión de Capriles originalmente estaba pautada para hoy, pero dice que la adelantó una semana para frenar irregularidades, por las que acusa a Diosdado Cabello y su equipo de desmantelar el patrimonio regional.
En otros tiempos, los cambios de gobierno se hacían de mandatario a mandatario. Por más dura que resultara la campaña electoral, todas las partes terminaban sentándose en una mesa aunque fueran de partidos contrarios. Es algo que recuerda el ex director de la Oficina Central de Información, Fernando Luis Egaña, quien fue testigo del traspaso que Ramón J. Velásquez dio a Rafael Caldera y que este, a su vez, facilitó al hoy presidente de la República, Hugo Chávez.
Todo comenzaba con una reunión a puerta cerrada entre los dos mandatarios. Así se abría una transición en la que ambos grupos engranaban comisiones de enlace, que se instalaban por dos y tres meses en cada ministerio o institución.
Aunque el ex gobernador Diosdado Cabello y su sucesor, Henrique Capriles, nunca se vieron las caras, los directores y gerentes de los despachos entregaron un balance de su gestión. No es que se desaparecieron; buena parte de los gerentes cumplió con la formalidad de reunirse con los herederos de su cargo, pero se trata de una entrega de carpetas y llaves, que no vino acompañada de una explicación detallada de sus obras.
Las computadoras de la Casa amarilla incluso estaban bloqueadas. A falta de claves, el equipo de Capriles sacrificó la información para reiniciar cada máquina. “Hay la intención de boicotear y paralizar el trabajo”, dice el gobernador.
En estos momentos no hay quien precise, por ejemplo, si los más de 20 carros que aparecieron en la Casa amarilla, a disposición del gobernador, tienen azúcar en el tanque. Sea verdad o pura leyenda urbana, las distancias entre ambos bandos han frenado el rumbo de la gobernación. La nueva administración espera por un mecánico que chequee los vehículos antes de encender sus motores. Así son las cosas en la República Bolivariana de Venezuela.
Cortesía Joseph Poliszuk/El Universal